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actores, un músico y un director fueron los integrantes de este viaje- Gira “un
encuentro posible en el Sinú” Abril 25 al 30 de 2011. AQUÍ ALGUNAS FOTOS
El
recorrido: Bogotá – Monetería, Cerete, Los Cordobas y Canalete.
El
Objetivo: Hacer funciones de teatro, foros y talleres artísticos.
En
general el balance del viaje es positivo, muy controlado para otros viajes que
he hecho con artistas.
- Aprendí un poco a jugar billar.
- Monté en moto taxi y la experiencia a pesar del sobrecupo fue mejor que la última vez en el Choco, entonces creo que Marian debería montarse en una moto taxi en Córdoba para recuperar la confianza.
- Hubo un día de playa, de buena playa que alentó mi espíritu y quemó el cuerpo de todos mis compañeros de viaje que por alguna razón extraña pensaron que la ausencia de sol ameritaba la ausencia de bloqueador.
- Tengo que comprar unas nuevas sandalias, ojala idénticas a las que tengo ahora y que a pesar de todos mis arreglos ya no funcionan tan bien. Aprendí que la suciedad recogida en los pies puede no caer a pesar de abundante jabón y estropajo, pero después de algunos días en Bogotá desaparece.
- Un poco de sol y calor siempre me viene bien, sudo como todos los mortales…
Ahora
algunos pequeños fragmentos escritos en mi libreta de notas… Así.
1.
“Un milagro llamado María José” Conocí a una
niña de un año, que en realidad parece de un mes de nacida, tiene síndrome down. Su madre, una
chica de 15 años. La encontré con su abuela en el restaurante donde tomamos el
primer desayuno del viaje, estaba con su abuela quien decidió hacerse cargo de
ella. ¿Milagro?, pregunto. –Sí, dice la abuela, sobrevivió a una varicela y a una
preclásica que sufrió su madre durante el embarazo. Estaban esperando a la mamá
de María José que vive en un pueblo cercano “se la va a llevar un par de días…
para que no le pierda el cariño”, dijo la abuela.
2.
“En realidad es un reino de iguanas”:
Estaban por todos lados en el paseo del rió Sinú. Algunas se camuflan entre la hierba,
no sabes cuándo recibirás un coletazo, reacción provocada por pasar muy cerca
de ellas y tal vez pisar una de sus patas. Aunque no lo dijimos (a ecepción de
Rosario que si lo manifestó), todos estábamos un poco temerosos y supimos que
eran realmente peligrosas cuando alguien vio que una saltó salvajemente ¿o no?
desde un árbol sobre un pobre hombre que pasaba y para su desgracia llevaba una
cubeta de huevos que se hicieron tortilla en el suelo gracias a la iguana y a
los 30 grados de calor.
3. “He
sufrido el más horrible dolor, he padecido miedo” Raúl Gómez Jatin. No sé por
qué no pensé en él, una vez confirmamos que uno de los lugares que visitaríamos
sería Cerete, pero afortunadamente después de la función alguien dijo: no
podemos irnos sin conocer por lo menos la plaza del pueblo y otro alguien
completo “mejor vamos a la casa de Raúl Gomez Jatin” Entonces todo estuvo
claro, en este pueblo nada excepcional, había nacido el excepcional poeta.
“Caigo de mí
hacia mí
¿Dolor? no
¿Angustia? no
¿Qué pues?
Vacío que me espera
Anuncios de la muerte”
hacia mí
¿Dolor? no
¿Angustia? no
¿Qué pues?
Vacío que me espera
Anuncios de la muerte”
4.
“Junior
F”. Junior fue un niño de 7 años que en Los Cordobas, insistió en mantener una
conversación conmigo, conversación que me fue difícil seguir pues al principio
no comprendía el 80% de lo que decía. ¿hablan una lengua extraña los
cordobeses? No, Junior hablaba una lengua extraña. Me contó “que fe había
perdido un día en la cafa de fu abuela, que había aprendido laf vocalef en la
efcuela y que eftaba muy preocupado porque penfaba mucho y hablaba folo en la
mente y que era terrible tener tantaf converfaciones al tiempo, que fu hermana
iba a fer modelo porque fu mamá le tomaba muchaf fotof y ef muy bonita, cafi la
máf bonita de Lof Cordobaf” esto es todo lo que recuerdo, por eso Junior es el
chico F.
5.
“Mote y Zarapa”. Mote es una sopa costeña
que combina el queso costeño con otro, que tal vez se parece al mozarela, no la
había probado y en realidad me pareció deliciosa. Zarapa: En principio pensé
que era un plato típico, luego fui comprendiendo que no es el plato en sí, sino
la forma de servirlo o empacarlo. Cuando
los campesinos se van al monte a sembrar, las mujeres les empacan como desayuno
o tente en pie una zarapa, que es comida envuelta en hojas de plátano. El caso
es que lo que para mí sería un almuerzo va envuelto en la hoja de plátano, he aquí
la gracias de la Zarapa, pues la comida, sea lo que sea que se envuelva
caliente adquiere un sabor especial, que por supuesto nosotros no pudimos
saborear, pues la gente del restaurante donde lo sirven, no envolvieron nuestra
comida desde la mañana, es más no la envolvieron, solo la sirvieron sobre la hoja de plátano.
6.
Blanca, la mona, Angel y yo creemos que
Rosario tiene un serio problema con las medidas…
FIN