Como el amor sigue siendo una posibilidad en este mundo de contradicciones,  no queda más opción que ampliar la mirada y extender las alas para que el viento y el movimiento hagan lo suyo...  

Mi resumen de los últimos días!!!

Siendo feliz con la humanidad cercana, esa que te enseña a comprender que hay una humanidad que no quiere guerras, esa que muestra lo bonito de construir en conjunto, esa que hace cosas a diario para transformar... esa humanidad que te hace sentir orgullosa de ser humana...

Hay empresas y sueños que se transforman, abandonan, cambian... Pero hay cosas que nunca cambian, por ejemplo las sonrisas y la felicidad de los reencuentros.

30 años de la toma del palacio...

Aquí un fragmento de un texto que escribí al respecto hace unos años...

37 años después volvían a retumbar en la ciudad, los tanques, explosiones  y disparos, que otrora la hubiesen destruido. Esta vez el canto del libertador, venía acompañado por el tintineo de las campanas, que seguirían repicando eternamente sobre la plaza mayor, sin que por ellas pasase el asombro de la muerte. El cielo estuvo teñido, durante dos eternos atardeceres, por los contrastes del azul y el rojo que hicieron de él vació. Desde el balcón de la casa del florero, emergió el humo negro. La venda fue puesta ante los ojos y el país grito al unísono: Gol. ¡Que cese el fuego!, fue el pedido. El Palacio ardió y con el pasar de las horas fue llegando la noche, que con su manto lo cubrió todo de oscuridad.