En este caos, es necesario y fundamental hacer retiradas, conciliaciones, tomar un momento pa´ respirar y ver lo posible en lo imposible. Leerse, entenderse desde la profundidad de las entrañas y las emociones que poseen y diluyen todo, abandonarse a un lado para ver a los otros, rasgar las vestiduras de las preguntas, elevar la valentía del espíritu y fluir.

La colectividad se construye en colectivo, no hay otra forma de hacerlo y es imposible cuando la individualidad reina, es necesario preguntar, co-crear y encontrarse en el desacuerdo del otro para buscar una salida. Sin preguntas no hay creación que valga.

Puedo y quiero atragantarme con el enredo, esperar que se pregunte lo impreguntable para seguir comprendiendome, quedarme en silencio y esperar que alguna braza alumbre, pero también puedo hablar hasta rayar en lo inoportuno y ser clara hasta el límite de mis miedos